Tras cinco años de elaboración, We Are Guardians analiza detenidamente la complejidad de la lucha entre los pueblos indígenas, los madereros y los ganaderos.
Un informe de la ONU de 2021 describió a los pueblos indígenas de América Latina como los “mejores guardianes” de las selvas tropicales. Ahora, un nuevo documental, Somos Guardianes , cuenta la historia de quienes luchan en Brasil para proteger sus tierras de la deforestación.
La película, que se estrenó en Netflix en América Latina, se proyectará en Londres el 15 de marzo como parte del festival de cine Human Rights Watch . Está codirigido por el activista indígena brasileño Edivan Guajajara y los periodistas ambientales Rob Grobman y Chelsea Greene. Leonardo DiCaprio fue productor ejecutivo.
Grobman y Greene conocieron a Guajajara en 2020 después de conocer Mídia Indígena , la red de noticias indígenas que cofundó.
Un tema clave de la película es la historia del maderero ilegal Valdir Duarte, que se ve aquí. Fotografía: Evandro Rocha/Somos Guardianes
Un tema central de la película es la historia de un maderero ilegal, Valdir Duarte. Grobman dice que Duarte fue encontrado después de un viaje de dos días durante una de las expediciones que inspiraron la película.
"Realizamos más de ocho misiones con los guardianes para tratar de encontrar a los madereros", dice Grobman. “Había momentos en que podíamos oírlos cerca y simplemente no podíamos encontrarlos en la densa jungla o huían. Fue como encontrar una aguja en un pajar.
“Estos madereros a menudo están armados y escondidos, y estábamos nerviosos de acercarnos a ellos. Pero cuando finalmente encontramos a Valdir y su amigo y les explicamos lo que estábamos haciendo y por qué, sorprendentemente dijeron: 'Sí, claro, por favor filmen'”, dice.
"En cierto modo, parecía como si Valdir estuviera esperando que alguien le preguntara qué estaba pasando en su vida, porque nadie había hecho eso antes", dice Grobman.
Greene siente que era importante para ellos establecer un antagonismo directo, los indígenas contra los madereros, pero luego mostrar la complejidad de la relación en estas regiones amazónicas. "Las industrias han creado una situación en la que la tala ilegal atrapa a las personas en este trabajo", dice.
"Valdir no tiene otra opción en su ciudad: no pudo recibir educación".
Greene dice que su equipo recibió amenazas de muerte durante una de sus expediciones. “Nos fuimos inmediatamente”, dice. "Un grupo diferente de madereros descubrió lo que estábamos haciendo y nos querían muertos".
El mercado ilegal de madera , dice, agrava las tensiones ya intensificadas entre los pueblos indígenas y los madereros. “Si Estados Unidos, Europa y China no compraran esta madera dura protegida y en peligro de extinción, Valdir no estaría en esa situación”, afirma Greene.
Paralelamente a la historia de Duarte, el documental sigue a dos destacadas figuras indígenas: Marçal Guajajara, de 32 años, coordinador regional de los guardianes del bosque del territorio indígena de Araribóia; y Puyr Tembé, líder y activista indígena del territorio de Alto Río Guamá.
La película comienza con tomas de madereros cortando un árbol de 500 años. “A nosotros nos mataron una vida y eso es triste”, afirma Marçal Guajajara tras inspeccionar el árbol talado. Más tarde se le ve poniéndose urucum (pintura facial roja derivada de la planta de achiote ( Bixa orellana)) en preparación para una misión de vigilancia.
Puyr Tembé, que usa un tocado de plumas de cocar cuando defiende su territorio y ropa occidental cuando viaja a la ciudad amazónica de Belém para realizar activismo, enfatiza el papel fundamental de los pueblos indígenas en la protección de los bosques.
“El cinco por ciento de la población mundial es indígena y protegemos el 80 por ciento de la biodiversidad restante del planeta”, dice en la película. “Al menos 600 de nosotros, los defensores de la tierra, hemos sido asesinados desde 2014”.
Otra persona clave en la película es Tadeu Fernandes, quien compró 28.000 hectáreas (69.000 acres) de terreno forestal en la década de 1970 para crear un santuario ecológico. Pero desde entonces su tierra ha sido víctima de numerosas invasiones. Las tomas aéreas muestran una ciudad completa extraída de su tierra, con 3.200 personas viviendo allí ilegalmente.
“Este es el mayor crimen ambiental en Brasil”, dice Fernandes sobre su batalla contra la indiferencia gubernamental. La mayoría de sus aproximadamente 500 quejas oficiales no han sido atendidas.
El documental, filmado entre 2019 y 2022, también agrega un trasfondo político a su narrativa íntima y centrada en los personajes. Se advierte a Tembé que políticos poderosos están conectados con empresas madereras, ganaderos y mineros invasores. Un ex alcalde se convierte en exportador de madera, mientras que los parlamentarios son acusados de recibir dinero de asociaciones agroindustriales.
Sin embargo, la película termina con una nota positiva, ya que Luiz Inácio Lula da Silva derrota al actual presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, para convertirse en presidente de Brasil . Edivan Guajajara dice que el mandato de Lula ya ha mostrado efectos positivos, como la decisión del gobierno de “apoyar la demarcación de los territorios indígenas ”, aunque el Congreso Nacional de Brasil ha anulado algunas medidas.
“Creo que es necesario contar con la participación de una persona indígena si se habla de cuestiones indígenas, pase lo que pase”, dice Edivan Guajajara, miembro del pueblo guajajara del estado de Maranhão, cuyo principal representante se convirtió en el primer ministro de Pueblos Indígenas de Brasil .
“La lucha de los pueblos indígenas es una lucha de todos nosotros, no sólo de los del territorio”, dice. "Es una lucha por toda la humanidad".
Grobman dice que sólo se producirá un cambio tangible en el destino del Amazonas si el mundo comprende “que el Amazonas es fundamental para la salud de todo el planeta”.
Y añade: "Todos debemos reconocer nuestra parte en su destrucción".
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Los tres cineastas lanzaron una campaña de impacto para promover el trabajo cubierto en el documental y recientemente recibieron una subvención de 200.000 dólares de la Fundación Erol para apoyar proyectos de reforestación y agroforestería en los territorios de Tembé y Guajajara.
"La mayor parte de la destrucción del Amazonas proviene de un pequeño puñado de empresas", dice Greene. “La gente de todo el mundo necesita ponerse de pie y decirle algo a estas empresas porque si suficientes personas hablan, no continuarán con este comportamiento inaceptable.
"Todos nosotros tenemos una intuición y una comprensión profunda de que cuando dañas la naturaleza, nos estamos dañando a nosotros mismos, y todos sentimos esta angustia por lo que está sucediendo en este planeta".
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